Gaza, Bush y las Negociaciones de Paz
De todas las situaciones que venimos denunciando habitualmente en esta Plataforma sobre el Conflicto en Oriente Próximo, el deterioro, el sufrimiento y la asfixia de las condiciones de vida de los palestinos impuestas por Israel y silenciadas por la Comunidad Internacional en Gaza, es una de la más intolerables e injustas.
Lo que ha estado ocurriendo desde la visita de Bush es muy gráfico: 38 muertos hasta el presente con un alto porcentaje de civiles asesinados que nada tienen que ver ni con Hamas ni con el lanzamiento de cohetes Qassam a Israel, innumerables heridos, población encarcelada en su propio ghetto sin posibilidad de comunicación y salida de la Franja. Y en las ultimas horas intento de huida masiva y desesperada de decenas de miles de palestinos para buscar sustento a través del paso de Rafia en la frontera con Egipto.
El titular del mundo de hoy 23 de enero “El cerco israelí sobre Gaza empuja a miles de palestinos a saltar la frontera con Egipto”, preocupa gravemente a esta Plataforma porque es una nueva manifestación forzada de expulsión de palestinos de su territorio.
La Comunidad Internacional debe frenar inmediatamente esta situación cortando de raíz el problema: cualquier forma de embargo que ponga contra las cuerdas al pueblo palestino como lo ha venido permitiendo y autorizando hasta ahora.
Sin electricidad, sin alimentos y sin medicinas, se ha generado un estado psicológico totalmente devastador para la población. La situación es límite.
Solo un ejemplo: en Gaza han muerto en las últimas horas cinco pacientes en los hospitales a causa del corte de electricidad producido por Israel.
El continuo lanzamiento de cientos de Cohetes Qassam sobre territorio Israelí pretende alejar la paz y lo único que provoca es el fortalecimiento de las posiciones militaristas y de la ultraderecha israelí que actúa en las decisiones del Gobierno, como por ejemplo la represalia israelí generada por la muerte de un trabajador ecuatoriano en un Kibutz colindante con la Franja de Gaza.
La respuesta de Israel no solo es inadecuada. Sino es genocida, porque ataca indiscriminadamente civiles y da a entender a la Comunidad Internacional de manera interesada que, de alguna manera todo Gaza es Hamas y por lo tanto terrorista.
Las declaraciones del Gobierno de Israel respecto a la situación de Gaza rozan lo esperpéntico en este escenario: “La crisis de la que hablan los palestinos es artificial, es una nueva maniobra de Hamas para atraer al público internacional”. No se puede llegar a cotas más altas de hipocresía.
En las últimas horas la presión fundamentalmente de ONG’S, las Naciones Unidas y la Unión Europea sobre Israel han aliviado parcialmente la situación en Gaza mediante el escaso suministro de fuel y alimentos, aunque como es habitual esta llega tarde. La “tracción a sangre” ha convertido a los burros en los elementos más valorados para el transporte. Cuando se llega a este límite, debemos preguntarnos si las demoras son casuales o causales, que de ser esto último implicaría una responsabilidad civil y penal sobre Israel quien hace prevalecer en su actitud la idea de castigo colectivo.
El Ministro de Defensa Israelí Ehud Barak ha permitido la entrada de fuel para producir electricidad, aunque se sigue negando a la entrada de comida o de gasolina para vehículos, con lo que las Organizaciones que reparten productos de primera necesidad (entre ellas la ONU) en los campos de refugiados, no pueden distribuirla.
Olmert sigue justificando su ofensiva a Gaza: “Mientras nuestros civiles se vayan a dormir con miedo, que se levanten con miedo y con miedo manden sus hijos a la escuela, no será cómoda la vida de los palestinos en Gaza, y si no tienen gasolina, por mí que anden a pie”.
La indignación que producen las declaraciones de Olmert no pueden menos que recordar totalitarismos y limpieza étnica. Si las hubiese hecho en sentido inverso el Presidente de Palestina, el propio Olmert hubiese denunciado tales declaraciones como una afrenta directa contra los derechos humanos del pueblo israelí.
En esta situación, aunque Mahmud Abbas, denuncie y clame contra las injusticias israelíes cometidas en Gaza nada diferente en la práctica va a hacer, ya que su lamentable actitud ante la gravedad de estos hechos muestra claramente que continuará en su disposición a las negociaciones con los israelíes basado e un estado Palestino minúsculo y en Cisjordania no representativo del conjunto del pueblo palestino.
No habrá posibilidad que Annapolis llegue a buen puerto si no se integra a la Franja de Gaza en las negociaciones. Es necesario un cese del fuego completo e indefinido. Es necesario el despliegue de fuerzas de interposición internacional en la zona, a fin de garantizar el cese del fuego. No descansaremos en repetirlo cuantas veces sea necesario, es imprescindible la apertura de los pasos de la Franja al mundo ya.
Todo esto está aconteciendo a una semana de la finalización de la Gira que George Bush realizó por Oriente Medio.
Si bien en sus firmes declaraciones iniciales en suelo Israelí, exhortó vehementemente a la creación de un Estado Palestino independiente y soberano a la finalización de la ocupación Israelí y al desmantelamiento de los asentamientos salvajes así como la congelación de la construcción de los nuevos, para garantizar la seguridad de Israel (y no la seguridad de los palestinos), hoy parece que aquella declamación resulta hueca y vacía ante los graves acontecimientos que se suceden a diario en la zona y donde la complicidad del silencio de la Comunidad Internacional y la falta de condena, es la nota dominante.
Este viaje de Bush tenía como prioridad avanzar en un proceso de paz justa entre palestinos e israelíes, al menos así consta en sus declaraciones preliminares. Pero en la práctica no se centró en ello sino que su atención principal y sus declaraciones posteriores se apoyaron en la amenaza a Irán.
Su objetivo es estrechar lazos con los Gobiernos árabes de la zona y en especial con la Monarquía Saudí, esperando su apoyo incondicional, a fin de frenar el avance y la influencia del régimen de los Ayatollas, planes que han fracasado, dado que ningún Gobierno Árabe ha iniciado una campaña abierta contra Irán.
De cualquier manera llevaba en su maleta un regalo bélico prometido a la monarquía saudi; 8000 millones de dólares en armamento, cifra que se pretende incrementar a más de 19 mil millones para toda la región, según un acuerdo pactado del año pasado.
Bush sigue con su tendencia maniquea de dividir al mundo en “buenos” y “malos”, que en el papel se traduce por: Sunnies, ANP e Israel “buenos” versus Chiitas, Hamas y Hezbollah “malos”. Hasta estos niveles llega su simplismo.
Como ha comentado el reputado periodista de “Haaretz” Gideon Levy “Bush es el presidente que ha otorgado legitimidad a cada acto criminal, desde la expansión de los asentamientos hasta incluso ignorar acuerdos firmados, incluyendo aquellos a los que Israel llegó con la Autoridad Palestina bajo el patrocinio de Estados Unidos, y es el presidente que más ha contribuido a establecer firmemente la ocupación y a hacerla más cruel”.
En la política de Medio Oriente lo que se impone es tener una visión multilateral, donde los diversos países árabes jueguen un papel importante en la negociación entre palestinos e israelíes, como en la denuncia constante y tenaz de todos los enemigos al Proceso de Paz, pero es fundamental incluir a Hamas en las negociaciones, al menos establecer conversaciones con los sectores moderados.
En la medida en que palestinos e israelíes den cabida solo al uní lateralismo de EEUU en la zona, o al bilateralismo Palestino-Israelí y no vean la ventaja de la ayuda que puede prestar la Liga Árabe con el Plan Saudí de Paz, que permitiría abrir una página nueva en las relaciones Internacionales en la zona para ayudar a una resolución justa del conflicto junto a una voz independiente de la UE, la solución se aleja cada vez más.
Lo que queda claro, es que la visita de Bush ha debilitado la postura de los negociadores palestinos respecto a Israel, al pretender imponer Bush a la ANP el cumplimiento de la Hoja de Ruta en Gaza (lo que no es posible ya que la Franja esta controlada por Hamas), dando continuidad a la política israelí de asentamientos y a las posturas criminales ejercidas por el ejecutivo Israelí, al pretender sellar a cal y canto la Franja de Gaza aislándola del mundo exterior.
Es vergonzoso el papel que esta jugando la UE desde Annapolis hasta el drama actual de Gaza.¿Qué intereses económicos y políticos la sujetan? ¿Cómo van a explicar esta complicidad del silencio a sus pueblos?
¿Dónde esta la influencia prometida por Mr. Blair enviado especial a la zona por la Unión Europea?
¿Que pasará si al final de año no tenemos una paz justa basada en un nuevo Estado Palestino, una solución justa al problema de los refugiados palestinos y la bicapitalidad de Jerusalén, como logros principales?
Hoy no confiamos en la paz que quiere EEUU ni el Ejecutivo Israelí, quien influencia decisivamente sobre la Administración Bush y sus decisiones y no al revés.
La actuación de Bush en el conflicto Palestino-Israelí nos parece puro fuego de artificio, que les sirve para ocultar las atrocidades históricas cometidas en Irak y en Afganistán y para lavar su maltrecha imagen pública.
La validez de nuestra esperanza deben estar depositadas en la presión y movilización que haga la sociedad civil con sus respectivos Gobiernos, tanto en Palestina con sus dos ejecutivos actuales como en Israel, denunciando y actuando decididamente sobre las actuaciones políticas y militares que alientan a la confrontación y alejan la paz.
Nos parece acertada la preocupación y sensibilidad expresada por el Presidente Zapatero acerca de la crisis de Gaza y Apoyamos la iniciativa de Ministerio de Asuntos Exteriores español con su contribución de 240 millones de Euros a la ANP siendo el segundo país contribuyente de la UE después del Reino Unido.
Por último queremos destacar que compartimos la denuncia de las injusticias y atrocidades que la mayoría de los artículos de opinión publicados en español se escriben en la red en relación al conflicto Palestino-Israelí, pero no podemos pasar por alto algo que nos llama la atención: que pocos o casi ninguno de los articulistas plantean perspectivas de negociación política para la paz entre Palestinos e Israelíes en el conflicto y, no nos parece adecuado sólo quedarse en la crítica y la denuncia.