Ética en Terapia Familiar.

Abordaje de dilemas éticos en la práctica clínica.

por: Eduardo Brik

Médico Psicoterapeuta
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INTRODUCCIÓN 

La Ética es el estudio de los problemas fundamentales de la conducta y la convivencia humana, y se entiende casi siempre como sinónimo de moral.

La Ética trata de lo bueno y de lo malo, de lo correcto y lo incorrecto, de lo permitido o prohibido.

Trabajar con una idea de Ética en psicoterapia tiene el objetivo de ayudar al profesional a intervenir con técnicas y estrategias efectivas y moralmente integras.

La Ética la aprendemos en la familia, en la escuela, en la sociedad en su conjunto y no se nace siendo una persona con principios éticos, por lo tanto, es clave educar desde en un inicio a niños y adolescentes en los entornos significativos a los cuales pertenecen.

Los profesionales de salud mental,  psicólogos y psiquiatras, no son ajenos a esta cuestión. La complejidad de problemas sociales, sanitarios, transculturales, etc. que inciden en individuos, parejas y familias hace que el profesional tenga que abordar continuamente situaciones éticas dilemáticas, lo que le obliga a pensar y repensar cada una de sus intervenciones. La ética aplicada en el campo de la psicoterapia va a lograr alcanzar un mejor bienestar tanto del paciente como de su entorno más próximo.

ÉTICA Y FAMILIA 

Los principios éticos que aprendemos en las familias están basados en los siguientes principios:

  • La lealtad familiar: supone intereses compartidos entre los miembros y expectativas que se tienen sobre cada uno de ellos. Todo grupo cohesionado exige lealtad a sus miembros, y más aún si sus relaciones son intensas.
  • Justicia: hay justicia cuando se cumplen las expectativas en las funciones dentro del sistema familiar. Las injusticias, especialmente si se hacen crónicas en las familias traen problemas en las relaciones y en la reciprocidad entre sus miembros.
  • Equidad: este principio está vinculado a los balances y los débitos, al debe y al haber de los comportamientos de los miembros de las familias.

La lealtad, la justicia y la equidad son clave para el buen funcionamiento de las relaciones familiares.

La lealtad, la justicia y la equidad son clave para el buen funcionamiento de las relaciones familiares.

ÉTICA Y TERAPIA FAMILIAR

La Terapia Familiar aborda e interviene tanto en los conflictos que trae el individuo como en los subsistemas relacionales más significativos a los cuales pertenece.

Es muy diferente abordar los dilemas éticos desde un modelo psicológico individual que desde un modelo sistémico. En el primer caso, consideramos principalmente las conductas, emociones y pensamientos del individuo en el plano intrapsíquico, dando menor importancia a cómo intervienen las relaciones o la comunicación en dichos problemas. Observar solamente el plano intrapsíquico es una arbitrariedad, ya que no incluye la importancia de las relaciones o de la comunicación en el origen o en la solución de los problemas planteados.

TÓPICOS ÉTICOS EN TERAPIA FAMILIAR

  • Importancia de la convocatoria

Podemos encontrarnos diversas situaciones a la hora de convocar a los pacientes, Por ejemplo, podemos convocar a toda la familia, pudiendo llegar después a la conclusión de que es más adecuado intervenir solo con la pareja.

En otro caso diferente, podemos iniciar una terapia individual de un hijo adolescente que la solicitara, pero ver la necesidad de convocar a la familia en algún momento o en la misma entrevista inicial.

En otros casos podemos convocar a la familia extensa o figuras significativas al inicio o durante la terapia, lo que nos va a permitir avanzar en nuestra modalidad terapéutica sistémica, porque nuestra ética profesional y metodología empleada nos indican que es lo más adecuado.

Nuestras intervenciones éticas deben estar orientadas a producir cambios estructurales y cambios en las narrativas de los problemas que han atascado las relaciones familiares.

Esto nos va a permitir recuperar la funcionalidad del paciente y el bienestar en su sistema de relaciones.

  • Consentimiento Informado

El consentimiento informado incluye:

  • Objetivos y condiciones del tratamiento
  • Explicación del modelo de trabajo a emplear
  • Tiempo aproximado del tratamiento
  • Explicación y consentimiento si se va a grabar en audio, en video o la observación del equipo reflexivo.
  • Información si en algún momento se convoca de manera puntual o continuada a otro miembro de la familia
  • Empleo de contratos terapéuticos, especialmente en casos de adicciones, situaciones de suicidio, trastornos de la conducta alimentaria, trastornos de la personalidad, etc.

 

  • Ética y Foco de Prioridad

El terapeuta sistémico aclarará a la pareja, familia o individuo que no se podrán ni abordar ni cambiar todos los problemas que se presentan en una sesión, pero se valorará lo importante de que hayan podido expresarlos.  El terapeuta destacará que se hará foco sobre las prioridades más urgentes y así irán avanzando con los demás temas presentados.

  • Confidencialidad

La confidencialidad es un tema ético clave, ya que cada uno de los miembros que asisten debe saber que la información es reservada, conservándose el secreto profesional, al mismo tiempo que se le entrega a cada uno un formulario que deben firmar para asegurar la protección de datos.

Es necesario avisar y acordar con la familia desde un comienzo que el principio de confidencialidad en lo que pueda ser una terapia individual sistémica puede ser modificado en algunos casos excepcionales: intentos de suicidio o autolesiones, amenazas de homicidio, abuso, violencia, estados psicóticos o consumo de tóxicos o conductas desenfrenadas adictivas.  El objetivo de esto es ayudar a prevenir y modificar situaciones de este tipo.

  • Abordaje ético del Secreto en Terapia Familiar

La confidencialidad es necesaria en la Terapia Familiar, pero en Terapia de pareja o en Terapia Familiar Sistémica, el terapeuta tendrá que ser hábil en cómo manejar los diferentes tipos de secreto, cuales se podrán revelar y cuáles no.

El secreto en las sesiones individuales con niños, adolescentes y adultos jóvenes debe tener algunas excepciones, por ejemplo: la confesión de un abuso sexual o violación, un intento de suicidio, provocarse autolesiones, una adicción, etc.

  • Valores del Terapeuta

Los valores del terapeuta son esenciales en la práctica ético-clínica en Terapia Familiar, están vinculados a las construcciones culturales o creencias duraderas, por lo tanto, es imposible pensar en un terapeuta que se encuentre libre de valores y prejuicios.

Durante la terapia pueden surgir diferentes temas relacionados con los valores, construcciones culturales o creencias duraderas (veganismo, ecologismo, tauromaquia, religión, etc.) . El terapeuta en estos casos podrá informar acerca de sus valores, dejando claro que esto no tiene por que influir o afectar en el proceso. Hablar sobre esto puede ayudar a las parejas o familias a tomar conciencia de sus propios valores y de cómo pueden actuar positiva o negativamente en la terapia.

El terapeuta no está obligado a atender a todas las personas que soliciten terapia: personas racistas, nazis o cualquier otro tipo de extremismo, etc. El terapeuta no está obligado a atender pacientes que le provoquen resonancias traumáticas las cuales no están superadas.

El terapeuta está obligado a derivar a otros servicios a los pacientes cuyos casos escapan a su experiencia y conocimiento, además, está obligado a derivar a otros servicios en casos de violencia, abuso, hospitalización urgente o necesidad de hospital de día o comunidad terapéutica, u otros.

El terapeuta familiar respetará los valores de los individuos, pareja o familia, siempre y cuando se respeten los derechos humanos universales, los criterios de igualdad de género, no discriminación por razones de raza, religión, sexo, género, orientación sexual o ideas políticas, etc.

  • Limitaciones éticas

Lo terapeutas familiares tenemos limitaciones éticas concretas en algunos temas que debemos conocer para la práctica de la terapia. La mayoría de los códigos deontológicos en salud mental hacen referencia a estos temas específicamente:

  • Se prohíbe la utilización de la relación terapéutica para los intereses del terapeuta (económicos, laborales, emocionales o sexuales)
  • Se prohíbe tener relaciones sexuales con un/una cliente
  • Es necesario estar atento a la Contratransferencia cultural o familiar
  • No es recomendable atender a ambos miembros de la pareja de forma individual, si están en separación o divorcio. En casos graves de separación hacer o derivar a una mediación familiar.
  • No acudir a ningún tipo de invitación que le hace o le puede hacer un/una paciente (boda, cumpleaños, acuerdo comercial o de trabajo)
  • Es necesario saber cuándo derivar a: servicios médicos, sociales, hospitales, comunidad terapéutica u otros.

 

  • Errores éticos frecuentes en Terapia Familiar

Los terapeutas profundizarán en sus errores éticos a fin de garantizar una buena actividad asistencial. Los errores frecuentes más frecuentes son: dejar de lado la circularidad, lo relacional y lo transcultural; no saber priorizar la demanda o limitarse solo a ella; construir una sola hipótesis; no diseñar una estrategia y técnicas claras antes de cada sesión; hacer intervenciones prematuras o con alta expresividad emocional si las personas no están preparadas; no explicar el consentimiento informado; hacer juicios de valor; pasar por alto las emociones; pensar que solo la liberación de las emociones traerá el cambio; desarrollar escasa o nula empatía cultural; evadir la intervención ante la manipulación, violencia o injusticia, comentarios negativos de los pacientes; agobiar buscando o dando excesiva información ; manejar inadecuadamente el secreto y la confidencialidad; adoptar a los pacientes y dar el teléfono personal.

 

  • Finalización del tratamiento

Cada escuela de Terapia Familiar marca de manera diferente el camino para la finalización del tratamiento, unos plantean que es suficiente con resolver el problema (Terapia Breve o Estratégica), otros que tienen que modificarse los aspectos disfuncionales de la estructura del sistema (Enfoque Estructural), mientras que otras escuelas plantean que es fundamental la modificación de la narrativa (Enfoques Constructivistas Narrativos), etc.

Generalmente, tendrá que haber consenso entre paciente y terapeuta con relación al alta, manteniéndose el Terapeuta Familiar alerta en el caso de que una familia, pareja o individuo plantee el alta de forma unilateral en contra del criterio profesional.

¿Cómo procederá el Terapeuta en estos casos? En el caso que exista peligro de deterioro del funcionamiento individual o sistémico-familiar o en caso de violencia, maltrato, estado psíquico grave, u otros riesgos, el terapeuta intentará por todos los medios movilizar parte del sistema a fin de que se retome el tratamiento. Si no lo logra y el caso es grave tendrá que advertir a la familia de los riesgos que ello supone y su posibilidad de actuar legalmente a fin de evitar situaciones extremas.

“ Es importante abordar los dilemas éticos desde un modelo  sistémico. Observar solamente el plano intrapsíquico es una arbitrariedad, ya que no incluye la importancia de las relaciones o de la comunicación en el origen o en la solución de los problemas planteados.»

Eduardo Brik