La Adicción a los Selfies
por: Eduardo Brik
por: Borja Cuellar
Los nuevos valores que imperan en nuestra sociedad, están cambiando nuestra forma de comunicarnos. Las imágenes y no las palabras, son el medio para contar nuestra experiencia. Estamos en la era de la “Cultura de la imagen”.
Esto ha llevado, a un nuevo fenómeno conocido como Selfie que consiste en: publicar, comentar, compartir de forma persistente nuestra experiencia a través de nuevas imágenes por medio de las redes sociales como por ejemplo Instagram, Facebook, etc.
Los nuevos valores que imperan en nuestra sociedad están cambiando nuestra forma de comunicarnos.
Hoy en día, no existe ninguna evidencia científica que pueda afirmar que aquellas personas que comparten o publican imágenes propias en diferentes redes sociales puedan padecer algún tipo de trastorno psicológico.
Sin embargo, el uso excesivo de los Selfies o de mostrar nuestra vida privada en las redes sociales de forma continua podría estar asociado con determinados problemas psicológicos-relacionales.
"Mostrar nuestra vida privada de forma continuada en las redes sociales podría asociarse a problemas psico-relacionales"
Las personas que usan de forma abusiva los Selfies o diferentes redes sociales para mostrar su vida privada suelen tener relaciones interpersonales superficiales, baja autoestima, necesitan una aprobación y aceptación constante de los demás, presentan un bajo control de los impulsos, inclusive podrían padecer muchas de ellas un trastorno de personalidad narcisista y/o rasgos de personalidad límite.
Este comportamiento en estas personas, puede convertirse en un fenómeno adictivo, el cual va a requerir de tratamiento de psicoterapia sistémico.
La persona adicta necesitará un mayor número de publicaciones para recibir un mayor número de “Me gustas” y así, reafirmar su autoestima o autoimagen, para llenar el vacío existencial que padecen. Es más llamativo, cuando las personas retocan o modifican de forma obsesiva sus imágenes antes de publicarlas o compartirlas en cualquier red social.
En resumen, se podría decir que las nuevas tecnologías en sí mismo no son el problema, sino el uso que se hace de las mismas.
Estos valores se van consolidando como normales en esta sociedad de la imagen, abandonando la sociedad de las ideas y el diálogo.