ADICCIÓN AL TRABAJO DESDE EL
MODELO SISTÉMICO

por: Eduardo Brik

Médico Psicoterapeuta
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En este periodo de crisis social y económica profunda donde millones de personas están sin trabajo, la Adicción al Trabajo sin embargo crece y crecerá de forma imparable. Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en su informe El tiempo de trabajo en el siglo XXI, con fecha de octubre de 2011, estima que uno de cada diez trabajadores europeos mantiene “horarios prolongados” por encima de las 48 horas semanales.

Tanto el estrés laboral en las empresas, como argumento presente y actual, como el intento de mejorar o conservar el puesto de trabajo es caldo de cultivo potencial para generar dicha adicción. Con la adicción no se nace si no que se va construyendo, dónde determinados perfiles de personalidad junto con una realidad social de aceptación a la competencia y al exceso de trabajo favorece el desarrollo de ésta.

También los directivos o personas autónomas que dirigen una pequeña empresa pueden ser potenciales adictos al trabajo.

El trabajo permite a toda persona aparte de ganar un salario, sentir un reconocimiento a su valía profesional, desarrollarse, crecer y aprender. El trabajo para muchos permite conectarse, relacionarse, aprender a colaborar en tareas conjuntas y sentir una pertenencia, generar una identidad laboral, profesional y desarrollar una de relaciones afectivas.

Podemos decir a grandes rasgos que un es aquella persona que vive para trabajar y no trabaja para vivir, “son los enfermos del trabajo y por el trabajo” que sin embargo no son vistas como tales por su entorno más próximo ni por la sociedad. Son vistas y reforzadas por dichos contextos, como personas responsables, trabajadoras con grandes virtudes para progresar y para el éxito, preocupados por el futuro y la economía familiar.

Ser una persona trabajadora y responsable no es lo mismo que ser una adicto al trabajo, pero sí lo es aquella persona que lo único que hace de su vida es trabajar, mientras que el resto de los planos no son atendidos o simplemente son dejados de lado porque no tienen prioridad. (Pareja, familia, amigos, hobbies)

El perfil del Adicto al trabajo o Workalholic, es una persona entre los 30 y 40 años profesionales (economistas, abogados, médicos y otras) con altos cargos en su empleo o al inicio de una carrera ascendente en su trabajo, con gran ambición, muy competitivos, perfeccionistas e individualistas, con un estilo de trabajo de forma compulsiva. Además se destacan ciertos rasgos como:

  • Necesidad de tener control y hacer las cosas a su manera.
  • Su autoevaluación está centrada en el trabajo más que en el proceso de cómo se han obtenido los resultados.
  • Presentan una gran dificultad en separar el tiempo del trabajo del de descanso, favorecido por las nuevas tecnologías.
  • Tendencia a trabajar entre 50 y 60 horas por semana.
  • Sentimiento de culpa o vacio, si no están trabajando, no saben qué hacer en éste caso.
  • Necesidad de admiración, reconocimiento y poder.
  • Estar impaciente de forma permanente con el reloj y con las llamadas

Con un deseo muy marcado de ganar tiempo para un ascenso anticipado. Los adictos al trabajo tienen gran dificultad para colaborar y compartir con los demás, dado que presentan gran dificultad para delegar.

Comienzan a pasar más horas de las pautadas en la oficina o llevarse trabajo a casa, en forma sostenida y no esporádica. Es verdad que en las grandes y medianas empresas o compañías actuales se premia la “Cultura de la Presencia”, que juega un factor fundamental a valorar si una persona está adherida a la empresa o no, aunque no signifique ello por sí mismo un aumento en la productividad de la persona. Si el jefe o los directores intermedios adoptan éstas conductas de presencia y continuidad por encima de las horas por lo tanto es “algo a imitar” y bien apreciado. Hay que destacar que la mayoría de los adultos no tienen necesidad de realizar horas extras.

Qué Señales de Alarma se presentan en los “adictos al trabajo” que motivan a los familiares o amigos llamarles la atención. 

Varios de estos motivos pueden ser suficientes para que la pareja o el familiar y no solo el individuo pida una consulta con un especialista en adicciones, aunque no sean conscientes de que existe una adicción al trabajo, dado que la queja o el problema casi siempre  es otro y no necesariamente la Adicción al Trabajo.

 

He aquí las siguientes Señales de Alarma 

  1. Quedarse más horas o hasta muy tarde en el trabajo.
  2. Llevarse trabajo a casa con mucha frecuencia y no poder desconectar.
  3. Reducir o anular vacaciones por el trabajo o llevarse trabajo durante las vacaciones.
  4. Estar continuamente hablando del trabajo pero al mismo tiempo mostrando satisfacción por el mismo o justificando que es una necesidad de la empresa y no personal.
  5. “No poder decir que no” o no saber poner límites a una nueva oferta de trabajo externo  o a una nueva exigencia de la empresa, dado que ellos se considera como algo gratificante y de mayor autoestima.
  6. Abandono progresivo del autocuidado esencial: a.) horas de sueño, b.) alimentación inadecuada y desordenada, c.) tendencia al “fast food” b.) abandono de los chequeos médicos periódicos (examen anual, dentista otros) e.) falta de actividad deportiva o lúdica, f.) no desarrollo de hobbies o abandono de los mismos, etc.
  7. Progresivo estado de estrés con posibilidades de estados de ansiedad, ataques de pánico, quejas psicosomáticas y otros, por el exceso de trabajo y la falta de tiempo para llevarlo a cabo.
  8. Abandonar, o dejar de lado o postergar actividades sociales con amigos y familiares por el trabajo.
  9. Conflictividad importante en las relaciones de pareja y familiares dado que éstos le llaman la atención sobre su conducta extrema en relación al trabajo, porque frecuentemente están estresados, nerviosos, contestan mal, siempre con prisas, y no atienden a los reclamos que le hace éste entorno significativo.
  10. Limitar la lectura a temas laborales y trabajar con mucha tensión.

Consecuencias Negativas de la Adicción al Trabajo

  1. Situación de estrés crónico que puede llevar a desencadenar enfermedades psicosomáticas, cardiovasculares y otras.
  2. Aumento del consumo de alcohol, tabaco, tranquilizantes, e hipnóticos y otras drogas, pudiendo llegar a la adicción de éstas.
  3. Obesidad, hipercolesterolemia, diabetes y enfermedades cardiovasculares, cefaleas, lumbalgias y trastornos en la conducta sexual: reducción del deseo, eyaculación precoz, disfunción eréctil o anorgasmia.
  4. Se puede llegar debido a éste estrés ocupacional adictivo al trabajo al síndrome del Burnout o síndrome del quemado por desgaste laboral.
  5. Separación o divorcio de las parejas, presentándose con una frecuencia mayor de dos a tres veces en relación a los nos adictos.
  6. Aislamiento social y afectivo del entorno más próximo.
  7. Problemas graves de relación en el trabajo: está permanentemente alterado e inadecuado.
  8. Autoengaño, ocultamiento y negación del problema ante aquellos que le quieren y le aprecian, por su conducta inadecuada en relación al trabajo.
  9. Ocultamiento de problemas psicológicos – relacionales o psiquiátricos mediante el trabajo, por ejemplo: en casos de trastornos obsesivos compulsivos, fobias, trastornos de ansiedad, otros.
  10. Perdidas parciales de memoria (olvidos de fechas y temas relacionados con la vida familiar y social).
  11. Dificultad para relajarse y divertirse.

Está demostrado según diversos estudios que el 20% de los enfermos con infarto de miocardio, enfermedad cerebro vascular, angina de pecho y otras, presentan adicción al trabajo, en casos avanzados de adicción al trabajo.

Los tratamientos son diferentes y personalizados en cada caso acordes a varios factores:

1. Los distintos tipos de adictos al trabajo que existen,

2. La situación, conflicto y preocupación de la pareja, familia o amigos

3. Las propias características del trabajo en la empresa.

Es necesario que tanto la familia, la empresa, como los profesionales tengan presente que la recuperación es difícil por tres motivos fundamentales:

1. No se reconocen como adictos, ni tampoco que tengan un problema con el trabajo.

 

2. El exceso de trabajo puede ser un impedimento para acudir a las consultas o para fijar horarios una vez habiendo acudido.

3. La dificultad en seguir las pautas terapéuticas junto a la remodelación de un nuevo tipo de vida ensamblada es compleja en una conducta anárquica o rígida.

La consulta inicial al psicólogo, o al psiquiatra es generalmente por otro motivo diferente a su adicción al trabajo.

Los siguientes factores pueden ser consecuencia de la adicción: trastornos de ansiedad, estrés, obsesiones, depresión, ideas de suicidio, burnout laboral, problemas graves en las relaciones de pareja o en las relaciones familiares, otras adicciones o incremento en el consumo de alcohol, tranquilizantes u otras drogas.

También el adicto al trabajo hace la consulta inicial al médico general o al especialista por problemas derivados de dicha adicción, como: problemas cardiovasculares, hipertensión, hipercolesterolemia, cefaleas, obesidad, problemas gástricos como úlceras, colon irritable lumbalgias y otras.

El familiar o el amigo puede consultar o acudir al profesional,  aunque el paciente de momento no esté en disposición de acudir al tratamiento.

Es necesario ofrecer un abanico de tratamientos para la adicción al trabajo que se sintetizaría desde el punto de vista sistémico en la integración de la psicoterapia individual, de pareja o familiar sistémica con parámetros de la socioterapia y los  tratamientos psicofarmacológicos.

En el diagnóstico inicial si el profesional observa que aparte de los síntomas de la adicción al trabajo, están presentes otro tipo de trastornos deberá abordarlos conjuntamente como por ejemplo problemas de adicción al alcohol u otras sustancias, quejas psicosomáticas, depresión, enfermedades psicosomáticas o físicas.

El primer punto a abordar en cualquier psicoterapia individual como fundamental es la necesidad de cambio del estilo de vida laboral, sin el cual no se podrá alcanzar efectividad en el tratamiento. Ello supondrá si se produce ésta modificación, una mayor dedicación a familias y amigos, dedicación a otro tipo de actividades, desarrollo de hobbies, pasatiempos y otras actividades culturales o deportivas.

Otro punto fundamental a tener en cuenta desde un inicio abordar y tratar la sintomatología del estrés crónico, de la ansiedad, de la depresión o de los trastornos psicosomáticos, como complicaciones que le ha originado su adicción.

Es fundamental el reconocimiento por parte del paciente del problema, su motivación para luchar contra él, admitiendo el carácter adictivo de éste.

La inclusión de la familia, de la pareja o de los amigos en el tratamiento será acorde a las posibilidades y pueden ser claves: por ejemplo en relación a la pareja es fundamental el diálogo y el entendimiento del otro en un contexto que de entender más allá del síntoma adicción, tanto la explicación que el adicto da a su pareja, como las necesidades que plantea la pareja del adicto al adicto en la relación. Si bien la admiración de la pareja por el trabajo del adicto puede ser un obstáculo para el tratamiento, luego la pareja se da cuenta de la dificultad del adicto, y la problemática que eso ha producido en la vida conjunta.

En la pareja es importante acercar posiciones, recuperar la intimidad pérdida, desarrollar actividades lúdicas, deportivas, familiares y otras. El cúmulo de actividades positivas que desarrolla la pareja conjuntamente va a permitir construir otro tipo de realidad la pareja y disminuir la incidencia del trabajo en la vida de la pareja.

Si la persona está en pareja frecuentemente es necesario a parte de un abordaje individual hacer una Terapia de Pareja, aunque el síntoma principal inicialmente sea la adicción al trabajo.

Otra ayuda fundamental para las psicoterapias es la actitud de las empresas frente al trabajador:

  • Favoreciendo horarios flexibles, revisar la carga de trabajo, responsabilidad y cumplimiento de los tiempos de descanso.
  • Evitando que los trabajadores o adictos lleven trabajo a casa o se premie las horas extras o el extra trabajo, se debe fomentar la delegación de trabajo y la organización del adicto en relación al manejo del tiempo y el establecimiento de prioridades.
  • Revisando los métodos de evaluación en el desempeño de la tarea
  • Reforzando las tareas de equipo y de colaboración y no la creación de mayor competencia individual
  • Permitiendo el cambio de puesto de trabajo en algunos casos para preservar la salud de la persona y el bien de la organización.
  • Favoreciendo el diálogo y la comunicación para la consecución de los objetivos laborales.

La Socioterapia tiene por objetivo ayudar al individuo a una organización adecuada de la gestión del tiempo de su nueva forma de vida y la recomendación de que parte de las horas que dedicaba al trabajo, lo dedique a organizaciones de autoayuda u organizaciones no gubernamentales. De igual forma hay que dedicar especial atención a la construcción y el compromiso de una agenda de actividades donde estén incluidas las relaciones de pareja, actividades, amigos, hobbies, deportes, paseos, lectura o participación en actividades culturales, como ir a cine, a un concierto, a un teatro, etc.

En el campo Psicofarmacológico, es habitual el empleo de fármacos antiadictivos, productos estimulantes del sistema serotoninérgico y de igual forma sustancias que permitan el autocontrol o el control de la impulsividad.

 

¡Si hay problemas hay soluciones!